La historia trata de un extraño pintor que llega a un pequeño pueblo en busca de nuevos colores con los que pintar sus cuadros. Se le había acabado la imaginación y no podía obtener nuevas tonalidades para su nueva creación. Pero no llega solo, trae una extraña máquina, comprada en el lejano oriente, para extraer colores de los ojos de la gente. Exactamente los colores que toda esa gente ha ido descubriendo durante su vida. Pero sus esfuerzos son vanos ya que en ellos no halla ningún nuevo color. Hasta que llega un niño, un extraño niño al que le hace la prueba. Y de él, de alguien que nunca ha visto color alguno, obtendrá las nuevas tonalidades que necesita. Una historia tierna y original que da sentido a todo aquello que no podemos ver con los ojos. Porque muchas de las cosas que ocurren a nuestro alrededor no son ponderables con la simple vista. Y para aquellos que derrochan otros sentidos y ven sin ver va dirigido este libro.